NADIE LAS ARREBATARÁ DE MIS MANOSMe gusta tu mano Señor:Mano que me protegeCuando a mi alrededorTodo se vuelve incierto y amenazante.Mano que me guíaAún por caminos oscurosY me lleva a la meta deseada.Mano que me orientaCuando en los recodos de mi vidaPierdo de vista tu rostro de Padre.Mano que me calientaCuando el frío de la tibiezaQuiere hacer presa de mí.Mano que me animaCuando, como el niño pequeño,Acierto a dar un pequeño paso hacia ti.Mano que me consienteCuando mi corazón peregrinoNecesita tu cobijo de Padre.Mano que me da seguridadCuando me atenazanLa duda y la indecisión.Mano que me acompañaY se vuelve cercaníaCuando siento fuerte la soledad.Mano que me llama al silencioCuando con tu voz de amorQuieres penetrar mi corazón.Mano que me llama a la calmaCuando mi prisa inexpertaBusca soluciones alocadas.Mano que con sabiduríaEscribe en los renglones de mi existenciaLas palabras que dan vida.Mano en la cual me abandonoJornada tras jornadaComo un polluelo pequeñoEn el asilo de su nido.