arrow_back Oraciones

Ofrecimiento al Santo Rosario (3)

Acuérdate, ¡Oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección, implorando tu asistencia y reclamando tu socorro, haya sido desamparado de ti. Animado por esta confianza, a ti acudo, oh Madre, Virgen de Vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante tu presencia soberana. Oh Madre de Dios, no deseches mis súplicas, antes bien, escúchalas y acógelas benignamente.