arrow_back Oraciones

Oración de confianza en María

¡Reina mía soberana, digna de mi Dios, María! al verme tan vil y cargado de pecados, no debiera atreverme a acudir a ti y llamarte madre.

Merezco, lo sé, que me deseches, pero te ruego que contemples lo que ha hecho y padecido tu Hijo por mí; y después me deseches si puedes.

Soy un pecador que, más que otros, ha despreciado la divina Majestad; pero el mal está hecho.

A ti acudo que me puedes auxiliar; ayúdame, Madre mía, y no digas que no puedes ampararme, pues bien sé que eres poderosa y obtienes de tu Dios lo que deseas.

Si me dices que no puedes protegerme, dime al menos a quién debo acudir para ser socorrido en mi desgracia y dónde poder refugiarme o en quién pueda más seguro confiar.

Tú, Jesús mío, eres mi padre; y tú mi madre, María.

Amas a los más miserables y los andáis buscando para salvarlos. Yo soy reo del infierno, el más mísero de todos.

Pero no tienes necesidad de buscarme; ni siquiera lo pretendo.

A vosotros me presento con la esperanza de no verme abandonado.

Vedme a vuestros pies.

Jesús mío, perdóname.

María, madre mía, socórreme.