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Oración De Liberación

Por el poder de nuestro Señor Jesucristo, por el poder de su preciosísima sangre, por el poder del nombre de Jesús, cierro mí mente, mí alma, mí espíritu y mí entorno, mí pasado, mí presente y mí futuro, lo que soy y seré y tendré, todos los seres de la creación a mí familiares más cercanos. Lo alto, lo bajo, lo ancho y lo angosto, el norte, el sur, oriente, el occidente, todos los seres y animales y elementos de la creación. Por el poder de la Santísima Trinidad rompo, desato, exorcizo y quebranto todo ataque del enemigo y aura corruptora que quieran tener ventaja sobre mí, me cubro con la sangre, llagas, sagrado corazón de nuestro amado Jesucristo. Ato mí mente y cierro con toda mí fuerza, mí interior, que solo está abierta para el amor de Dios, expulso y pongo en fuga, toda perturbación mental, manifestación satánica, brujería, infestación y vejación. Mando y ordeno por la fuerza del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo a todos los espíritus burlones y demoníacos que busquen atormentarme, envíalos Señor Jesucristo a tres mil millas a la redonda, para que ninguna perturbación este presente en mí ser; Ordeno por el nacimiento humilde en el pesebre de nuestro Dios Jesucristo, por su vida, predicación, pasión, martirio, muerte y resurrección triunfante, que salga de inmediato de este sitio todo espíritu maligno y plagiario. Por la intercesión de la más que bendita y Santa siempre virgen María y del poder y el fuego del Espíritu santo dador de vida y de purificación. Invoco la protección de los Santos del paraíso, entre mí y el enemigo, la serpiente antigua. Me refugio e invoco la Santa presencia de Miguel Arcángel príncipe de los ejércitos celestiales, de Rafael Arcángel, alto comandante de las huestes celestiales, de Gabriel Arcángel el mensajero preferido de Dios y dador de buenas noticias, para que por permiso de Dios protejan nuestra vida de todo mal y peligro, daño procedente del maligno, librándonos de peligros y catástrofes. Me uno con la creación del universo y con el amor divino de Dios, soy el amor de Dios y estoy en los brazos del padre celestial y ningún mal llegara a mí o mí casa, ni a mí familia, nunca tocaran mis posesiones materiales e espirituales. El poder, el éxito y la prosperidad está en mí camino y abro mis brazos y extiendo mis manos con fe, para recibir los manjares y bendiciones del reino de los cielos. Los Ángeles de Dios van delante de mí y de mis pies, para que no tropiecen, por la promesa de nuestro salvador Jesucristo que ven