Oración del piloto
Señor:
Llévame con bien por tus caminos del aire, que el sol me de calor, la lluvia frescura, y el viento acoja suavemente nuestra nave.
Permíteme que mis anhelos, hoy realizados, sirvan para dar tranquilidad a mi espíritu, renazcan mis ilusiones y el amor a la vida.
Dame fuerzas e inteligencia para desarrollar mi labor satisfactoriamente y no defraudar a quienes tienen fe en mí.
Déjame admirar la aurora y el crepúsculo, los valles, las montañas y los ríos, para saber así de tu grandeza.
Enséñame señor, a meditar entre las nubes, para conocerme a mí mismo, corregir mis errores, querer a quienes me rodean y amar a quienes me aman.
No permitas que me invada el temor o la angustia, sino el valor y la serenidad para resolver todas las situaciones.
Después, regrésame con bien a mi hogar, donde me esperan el calor de unos brazos y el amor de quienes ansiosos anhelan el final de mi jornada.
Llévame con bien por tus caminos del aire, que el sol me de calor, la lluvia frescura, y el viento acoja suavemente nuestra nave.
Permíteme que mis anhelos, hoy realizados, sirvan para dar tranquilidad a mi espíritu, renazcan mis ilusiones y el amor a la vida.
Dame fuerzas e inteligencia para desarrollar mi labor satisfactoriamente y no defraudar a quienes tienen fe en mí.
Déjame admirar la aurora y el crepúsculo, los valles, las montañas y los ríos, para saber así de tu grandeza.
Enséñame señor, a meditar entre las nubes, para conocerme a mí mismo, corregir mis errores, querer a quienes me rodean y amar a quienes me aman.
No permitas que me invada el temor o la angustia, sino el valor y la serenidad para resolver todas las situaciones.
Después, regrésame con bien a mi hogar, donde me esperan el calor de unos brazos y el amor de quienes ansiosos anhelan el final de mi jornada.